domingo, 10 de febrero de 2013

Tal día como...

En un abrir y cerrar de ojos la cama cada vez se hacía más y más grande dejándote perdida en una esquina. Sobraban espacios por todos lados. El simple contacto con tu piel dolía y en la calle hacía más frío de lo normal.
Todas las canciones sonaban a triste. Todas, sin excepción, y para colmo aquellas que ya lo eran te creaban un tipo de alergia que no te permitía escuchar más que los tres primeros segundos.
El mundo daba mucho miedo, tanto que en el amago de mirar por la ventana suplicabas que al girarte hubiese un vendedor de abrazos dispuesto a tomar tu alma a cambio de uno. Y te daba igual, ni siquiera entendías de dignidad o de ridículo. No te importaba porque tal día como hoy eras la peor persona del mundo, la que hacía daño a todo ser que la rodease.
Y todo eran suspiros. Y todo era echar de menos. Lo único que podías hacer era esperar a la llamada del despertador al día siguiente esperando que te arrastrase a hacer algo mejor, porque daba la casualidad de tal día como hoy no hacías nada bien.
Y todo te consumía y era oscuro. Porque te sentías sola y pensabas que nadie iba a ir a rescatarte, o porque creías no tener fuerzas para seguir adelante.

Y todo hasta que llega alguien y te recuerda que es domingo. Ese día en que los monstruos del miedo intentan comernos a todos... pero por suerte siempre hay lunes ¿no?


Feliz semana, que no os coman esos bichos:)

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